martes, 24 de noviembre de 2015

Me olvidé de recordar todo aquello que siempre había querido olvidar

Y perdí la noción del tiempo. Olvidé que los días tienen nombre, que hay unos con más importancia que otros. Olvidé el mañana. Me olvidé de dejar las cosas para luego. Me olvidé de rendirme y de venirme abajo. Me olvidé de todo aquello que me frenaba y empecé a volar. Me olvidé de dormir demasiado. Me olvidé del frío y de la lluvia. Del exceso de calor y el cansancio. Me olvidé de las ataduras. Me olvidé de la hipocresía y de las mentiras. Me olvidé de los prejuicios. De lo que pensaban los demás.
Y recordé todo aquello por lo que valía la pena vivir. Recordé todos los sueños que un día quise cumplir. Recordé todo aquello que quería hacer. Recordé que todo lo que había olvidado era el recuerdo de todo aquello que siempre quise olvidar. Me olvidé de recordar todo aquello que siempre había querido olvidar. Y me recordé que olvidar todo lo que no quería recordar, era empezar a recordar lo que realmente quería recordar.